jueves, 11 de noviembre de 2010

AGUANTA UN POCO MAS, TODAVIA NO ES TIEMPO

Se cuenta que en Inglaterra había una pareja que gustaba visitar tiendas del centro de Londres. Al entrar en una de ellas se quedaron prendados de una hermosa tacita.

"¿Me permite ver esa taza?" -pregunto la señora "¡Nunca he visto nada tan fino!"

En las manos de la señora, la taza comenzó a contar su historia:

"Usted debe saber que yo no siempre he sido la taza que usted está sosteniendo.

Hace mucho tiempo yo era sólo un poco de barro. Pero un artesano me tomó entre sus manos y me fue dando forma hasta que le grité: "¡Por favor..ya déjeme en paz...!" Pero mi amo solo me sonrió y me dijo: ..."Aguanta un poco más, todavía no es tiempo".

Después me puso en un horno. ¡Nunca había sentido tanto calor!.... Pedí que me sacara de ese lugar y él sólo dijo: ..."Aguanta un poco más, todavía no es tiempo." Luego mi artesano me puso en un estante. Apenas me había refrescado, me comenzó a raspar, a lijar. Me daba vueltas, me miraba de arriba a abajo.

Por último me aplicó meticulosamente varias pinturas...Sentía que me ahogaba...

"Por favor déjame en paz", le gritaba a mi artesano; pero el sólo me decía:..."Aguanta un poco mas, todavía no es tiempo."

Al fin, cuando pensé que había terminado aquello, me metió en otro horno, mucho más caliente que el primero. Le rogué y le imploré a mi artesano que me respetara, que me sacara. Grité, lloré; pero mi artesano solo me decía: "Aguanta un poco mas, todavía no es tiempo."

Me pregunté entonces si había esperanza... si lograría sobrevivir. Pero por alguna razón aguanté todo aquello. Fue entonces que se abrió la puerta y mi artesano me tomó cariñosamente y me llevó a un lugar muy diferente. Era precioso.

Allí todas las tazas eran maravillosas, verdaderas obras de arte, resplandecían como sólo ocurre en los sueños.

No pasó mucho tiempo cuando descubrí que estaba en una fina tienda y ante mi había un espejo. Una de esas maravillas era yo. ¡No podía creerlo! ¡Esa no podía ser yo!

Mi artesano entonces me dijo: "Yo se que sufriste al ser moldeada por mis manos. Se que pasaste terribles calores, pero ahora observa tu sólida consistencia, se que sufriste con las raspadas y pulidas, pero mira ahora la finura de tu presencia... y la pintura te provocaba nauseas, pero contempla ahora tu hermosura…

¿Si te hubiera dejado como estabas? ¡"Ahora eres una obra terminada! !Lo que imaginé cuando te comencé a formar!".

Querido hermano vos sos como una tacita en las manos del mejor alfarero: Dios. Confíate en Sus amorosas manos aunque muchas veces no comprendas porqué permite tu sufrimiento.

AGUANTA UN POCO MÁS Y SERÁS EL MÁS PERFECTO RESULTADO DE TU ALFARERO.

Charla sobre tu vida con Jesús, pero recuerda que…

dialogar no es sólo hablar, es también escuchar!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡Esperamos la riqueza de tu mirada!.