miércoles, 22 de diciembre de 2010

FELIZ NAVIDAD A TODOS




Es Navidad cada vez que sonríes a un hermano.

Es Navidad cada vez que estás en silencio para escuchar al otro.

Es Navidad cada vez que reconoces con humildad tus límites y tu debilidad.

Es Navidad cada vez que permites al Señor renacer para darlo a los demás.



jueves, 16 de diciembre de 2010

“EL PESEBRE DE BELÉN , de SAN FRANCISCO DE ASIS”

(Resúmen del Capítulo VII del Apéndice del libro “ Florecillas de San Francisco”)



Como todas sabemos, el principal anhelo de San Francisco, era observar en todo el Santo Evangelio y seguir fervorosamente la doctrina y los ejemplos de Nuestro Señor Jesucristo.

Meditaba Sus palabras, veneraba Sus obras, pero sobre todo, tenía presente la humildad de la reencarnación

Y así fue que, tres años antes de su muerte, San Francisco quiso celebrar de forma distinta, el nacimiento de Nuestro Señor.

Y allí en Greccio, quince días antes de la Navidad, hizo llamar a Juan , un hombre de excelente reputación y probada virtud , y le encomendó los preparativos para esa especial celebración.

Le explicó el Santo, que quería hacer una representación del Niño que nació en Belén, de modo que se vea corporalmente ,cómo fue reclinado en el pesebre, y estuvo echado sobre el heno, sufriendo quizá incomodidades, entre el buey y el asno.

El piadoso hombre dispuso todo lo que San Francisco le había solicitado, mientras las mujeres y hombres del pueblo, preparaban con entusiasmo cirios y teas, cada uno según sus posibilidades, para iluminar aquella Nochebuena.

Y llegó el día de la alegría y se llamaron a vecinos y a frailes de todas las comarcas cercanas, se arregló el pesebre, se le echó el heno , colocaron un bebé y trajeron al buey y al asno. Y así fue como allí , en Greccio que parecía una nueva Belén, se vio honrada y engrandecida, la sencillez , la pobreza y la humildad.

La noche estaba iluminada como el día, acudían gentes de todas partes, los frailes cantaban tributando a Dios las debidas alabanzas y todo fue, una continua alegría.

Ante el Pesebre estaba el Santo, revestido con los sagrados ornamentos de diácono, suspirando conmovido de devoción y ternura.

Y San Francisco cantó, cantó con esa su voz, tan dulce y clara y después predicó . Hablándoles a la gente allí reunida, del nacimiento del Rey pobre en la pequeña ciudad de Belén. Y dicen que cuando quería nombrar a Cristo Jesús , lo llamaba el Niño de Belén, pero pronunciando Bethleem, como si fuera el balido de una oveja.

Y entonces, esa noche, Dios en su Omnipotencia , favoreció a un hombre de los allí presentes, con una visión:

“Veía en el Pesebre a un niño, que yacía exánime; pero que resucitaba, como del sopor de un sueño, al acercársele el Santo”.

¡ Y cuántos Niños Jesús, estando olvidados en el corazón de muchos, habrán revivido en ellos, por medio de la gracia de Su siervo Francisco ! .

Terminados los cultos solemnes, cada cual se volvió alegremente a sus casas .

Y el heno fue guardado, con la esperanza de obtener del Señor, por su intermedio, la salud de los animales enfermos.

Y así sucedió efectivamente. Pero sanando no sólo a los animales que lo comían, sino también ayudando a las madres a dar a luz con felicidad, con el sólo contacto de ese heno.

Ese lugar fue consagrado al culto del Señor.

Se erigió una iglesia en honor del bienaventurado Padre San Francisco y se colocó un altar sobre el pesebre, para que donde antes los animales habían comido el heno, comiesen en lo sucesivo los hombres, para salud del alma y del cuerpo, al Inmaculado Jesucristo, Quién se nos da, en la Eucaristía, con suma e inefable caridad y que vive y reina eternamente, con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos . Amén.


martes, 7 de diciembre de 2010

8 de Diciembre LA INMACULADA CONCEPCION DE LA SANTISIMA VIRGEN




Es quizá la fiesta más conocida y venerada de la cristiandad especialmente amada en nuestras tierras, educadas por España en el espíritu Mariano .

Esta fiesta fue definida solemnemente por el Papa Pío IX.

De este Dogma se deduce que María fue libre de todo pecado o inclinación al mismo , desde el primer momento en que fue concebida.

Así seguramente lo quiso Dios, ya que ella sería la predestinada de guardar en sus entrañas al Cristo, quien rescataría con su sangre al género humano. Aún cuando la Virgen María también tuvo necesidad de ser redimida, no lo fue del mismo modo que los demás. Porque por ejemplo, un cautivo puede ser redimido de dos maneras, una pagando el precio de un rescate para sacarlo del cautiverio, (redención liberativa) o pagando ese precio anticipadamente ( redención preventiva). Esta última manera de redención es la que Dios aplicó a la Virgen María.