domingo, 31 de octubre de 2010

1 de noviembre"Solemnidad de Todos los Santos"

El 1º de Noviembre la Misa se ofrece en honor de Todos los Santos . La liturgia nos invita a pensar en aquellos que pasaron por este mundo, con dificultades y tentaciones , como las tenemos también nosotros, pero ellos fueron capaces de vencerlas .

Esta celebración tuvo su origen en Oriente en el siglo IV, fue instituída en Roma, por el Papa Bonifacio IV, en el Siglo VII, en honor de la Virgen y de los mártires. En el año 835, Gregorio VIII ordenó, que la fiesta se celebre en honor de todos los santos del Cielo, para recordar también a aquéllos, cuyos nombres , por falta de documentos , se hubieran omitido.

Se ha dicho que los Santos, son el Evangelio en acción. Dios ha hecho al hombre a Su imagen y semejanza, y los Santos son quienes más se acercan a esa imagen y semejanza.

De Dios reciben las virtudes, la inspiración de sus obras y la fuerza para realizarlas. Recordemos que todas las personas podemos ser santas, ya que la santidad puede manifestarse en cualquier actividad humana. En el Juicio Final, Cristo nos juzgará por nuestra fidelidad o nuestra resistencia a la vocación de santidad.

Esta solemnidad es una oportunidad de agradecimiento por la vocación a la fe que hemos recibido de nuestros padres y de la semilla de perfección, recibida en el Bautismo. Y es consolador pensar que en el Cielo, contemplando el rostro de Dios, hay personas con las que tratamos hace algún tiempo aquí, y con las que seguimos unidas , por lazos de amistad y amor. Mucha ayuda nos prestan ellas, desde el Cielo, recordémoslas con alegría.

Nosotros somos la Iglesia Peregrina, que se dirige al Cielo, todavía muy necesitados de Dios, ellos en cambio, ya son la Iglesia Triunfante, donde seguramente, nos espera una multitud incontable de amigos y familiares.

domingo, 24 de octubre de 2010

Día de los exalumnos 23 de 0ctubre de 2010

Compartimos la bienvenida con aquellos que por diversos motivos no pudieron asistir.
Queridos Exalumnos:

Muchos de ustedes acaban de revivir la emoción de llegar hasta los pies de la Virgen, como tantas veces lo hicieron en otras etapas de sus vidas. Otros lo están haciendo por primera vez como exalumnos. En uno u otro caso, llegar hasta Ella, implica renovar el amor filial, la alegría del abrazo materno, que fortalece nuestro espíritu, consuela nuestras penas y hace más vívidas nuestras alegrías.

Estar hoy aquí, no es obra de la casualidad, sino de un lazo indisoluble con María nuestra Madre, quien por encima de toda circunstancia que hayamos vivido o estemos viviendo, nos convoca en su casa para recordarnos que su Hijo Amado, siempre dispone para nosotros su infinita misericordia…, su paz…y su perdón… Contar con su mediación significa tener un remanso donde reponer fuerzas, un refugio donde ampararnos, una luz que guíe nuestros pasos y nos oriente en el camino a seguir.

Con inmenso gozo, les damos la bienvenida y les recordamos que haber pasado por la Casa de la Virgen como alumnos, nos insta a testimoniar en nuestra familia y en la sociedad, una identidad salesiana, que se plenifica en el servicio, en el compromiso, en la entrega generosa y en la valentía de asumir desafíos, confiando a la Providencia las semillas que seamos capaces de sembrar, aún cuando no conozcamos cuáles serán los frutos que se llegarán a cosechar.

Haber crecido en una casa salesiana, nos ha permitido vivenciar el sentido de pertenencia a una comunidad, cuya identidad refleja un ambiente cargado de valores que nutrieron el clima de familia. Sin embargo, al egresar esa especial contención y la espiritualidad que nos acompañó cada día durante años, puede verse disminuida o cercenada por otros contextos, quedando un vacío que creemos que podemos acompañar de otros modos, propiciando distintos espacios de participación que respondan a necesidades y a expectativas que alcancen a las distintas edades que conforman el amplio espectro de los exalumnos. Deseamos que sepan que para hacerlo, a partir de este año, anima nuestras expectativas un nuevo proyecto al que hemos llamado “POR UN PEDACITO DE CIELO”, el que está a su disposición para que conozcan y si lo desean se sumen y entre todos vayamos haciéndolo realidad.
Que bajo el manto de Ntra. Madre Auxiliadora, seamos capaces de aprobar el examen final de nuestra vida, respondiendo con obras a la pregunta:

¿Amaste? ¿De qué manera lo hiciste?
Algunos momentos inolvidables de un día especial en la casa de la Virgen .












jueves, 21 de octubre de 2010

Gratitud.

Ana Inés Montanari - 5to. año
Colegio María Auxiliadora (Rosario)
(Esta carta fue recuperada el 21 de octubre de 2010 del  Blog Hijas de María Auxiliadora : Inspectoría Nuestra Señora del Rosario, Córdoba Argentina.

"A lo largo de nuestra vida vamos construyendo lazos con distintas personas, lazos que son como puentes, que una vez hechos nos permiten acercarnos para siempre a los otros. Los puentes acercan distancias y nos hacen sentir que con tan sólo unos pasos podemos ponernos en contacto con aquella persona que a veces creemos lejana, con tan sólo un cruce fugaz es posible llegar al alma del otro. Nuestra vida entonces, se reduce de alguna manera a los puentes que hemos construido y a cuántas veces superamos el temor, la vergüenza y los prejuicios y con los ojos cerrados elegimos cruzarlos una vez más, a la espera de lo que hubiera del otro lado".

En esta oportunidad pensamos que nuestra institución es un gran puente o tal vez miles de puentes pequeños que nos unen y nos hacen formar parte de una comunidad llena de vida. Un grupo de gente dispuesta a construir y a caminar con el sólo fin de estar para el otro de verdad. Un puente a su vez simboliza un paso, un transitar constante, cuando se está sobre un puente si lo pensamos no se está en ningún lado en particular. Es por eso que creemos que la razón de la fortaleza de nuestros lazos es que cada uno supo en qué momento tenía que salirse un poco de su lugar y hacer de ese paso un lugar íntimo al que se puede acudir cada vez que nos queramos conectar con el otro. Cada uno se animó a transitar, cada uno sabe si este puente recién empieza, o si el otro lado se ve más cercano, pero lo importante es saber que ese lugar tan íntimo quedará para siempre invitándonos a compartir un poco de nosotros con los demás. Hoy hay un puente listo para vos, animate a cruzarlo, ¿quién sabe que habrá del otro lado?

         ¡Nos encontramos el próximo sábado,
     no lo olvides!
      Exalumnos del Colegio 
   María Auxiliadora
de Mendoza





domingo, 17 de octubre de 2010

Día de la madre-Reflexiones sobre la Madre de Dios

Resúmen de las palabras del Cardenal Medina Estévez, en el Congreso Mariológico-Mariano Internacional
L’Osservatore Romano Nro. 41 del 13 de Octubre del 2000.
(Para el Día de la Madre, en Jesús Nazareno- 10-10-2002)

Hoy estamos aquí para festejar juntas el Día de la Madre.


Como hace años, que me vienen invitando a esta hermosa y cálida reunión, yo ya me siento como en familia , por eso, quisiera ofrecer esta charla a mi madre, quien aunque ya no está físicamente a mi lado, sí la siento espiritualmente, siempre, cerca de mí.

“Querida mamá, quiero agradecerte públicamente, todo lo que desinteresadamente me diste: tu amor incondicional, tus consejos, cómo me defendiste siempre que lo necesité. Cómo me enseñaste y me ayudaste a rezar, cuando me preparaba para mi Primera Comunión, aclaro que como la hice a los 6 años, todavía no sabía leer y escribir bien, así que ella me repetía el Catecismo hasta que yo lo aprendía de memoria, las preguntas , las respuestas y las oraciones. ¡ Cómo agradecemos nosotras las oraciones que nos enseñaron de pequeños! ¡ Es sin duda la mejor herencia que recibimos!

Quiero agradecerte también, por haber estado siempre a mi lado, sin haber sido “metida”, respetando mi libertad y mis decisiones, pero siempre apoyándome y dándome ánimos cuando flaqueaba.

Quiero agradecerte el amor que sentiste y brindaste a mis hijos , tus queridos nietos.

¡ Por todo lo que me diste mami, muchas gracias! ”

Seguramente en este momento, todos ustedes están pensando, cada uno, en su mamá, y agradeciendo mentalmente, junto a mí, todo lo que ella hizo por ustedes, porque cuando hablamos de “nuestra mamá”, cada una piensa en su madre, en la madre terrenal, pero cuando hablamos de “la Madre de Dios”, allí todas unimos nuestro pensamiento y lo elevamos a María, Madre de Jesús, Madre nuestra y Madre de la Santa Iglesia.

Porque recordarán que el 21 de Noviembre de 1964, cuando se clausuró la tercer sesión del Concilio Vaticano II, el Papa Pablo VI, dio a conocer su intención de proclamar a María, Madre de la Santa Iglesia, es decir de todo el Pueblo de Dios, pastores y fieles.

La raíz de la palabra Madre es MATRU, de allí se derivan las palabras de casi todo el mundo, MATER, MUTTER, MOTHER etc. Vemos entonces que el concepto de madre es universal en su ortografía y fonética, como también lo es en su cariño.

Todas las culturas celebran a las madres y todas las religiones las veneran .

Por eso, cómo no recordar hoy, a la Madre de todas nosotras ; a la Virgen María, sabiendo que ella no sólo ha cooperado con Dios, con su ser físico, sino también con su disposición espiritual.

Sabemos que ella fue un dechado de virtudes, y no podía ser de otra manera ya que Dios la eligió y formó, para madre de Su Hijo.

Hoy en el Día de la Madre, pidámosle a nuestra Santa Madre del Cielo, todo lo que necesitemos, con la seguridad de que ella , si es para nuestro bien, lo conseguirá, ya que estamos doblemente cubiertos;

1. Porque ¿ qué hijo no desea complacer a su madre? Por eso que sabemos que Jesús concederá lo que su Madre le pida y

2. Porque como todos somos hijos de ella, desde ese momento en que Cristo dijo “Mujer , ahí tienes a tu hijo”( Jn.19,26). Ella escuchará nuestros ruegos, e intercederá por nosotras porque , ¿Qué madre no desea complacer a sus hijos?

Para terminar, repetiré algunas palabras dichas por el Santo Padre, Juan Pablo II, cuya fe y devoción por la Virgen es por todos conocida. Las dijo durante el Jubileo del año 2000, cuando encomendó a la Virgen Santísima, a la Iglesia y al mundo, para el Tercer Milenio;

“. . . Aquí estamos, entonces Señora, tus hijos buscando amparo bajo tu materna protección, e implorando confiadamente, tu misericordia y protección en el presente y también ante los desafíos ocultos del futuro.

Somos hombres de una época extraordinaria, tan apasionante como rica en contradicciones.

La humanidad posee hoy instrumentos de potencia inaudita; puede hacer de este mundo un jardín o reducirlo a cenizas.

Ha logrado una extraordinaria capacidad de intervenir en las fuentes mismas de la vida; puede usarlas para el bien , dentro del marco de la ley moral, o ceder al orgullo y no aceptar límites, llegando incluso a pisotear el respeto debido a cada ser humano.

Hoy como nunca lo estuvo en el pasado, la humanidad está en una encrucijada.

Y una vez más la salvación está sólo y enteramente en Dios y en la Virgen Santa .
¡ Por eso Señora! Estamos ante ti, para confiar a tus cuidados maternos, a nosotros mismas, al mundo entero y a la Iglesia.
Ruega por nosotros a tu querido Hijo, para que nos dé con abundancia al Espíritu Santo, el Espíritu de verdad que es fuente de vida, como aquél día en Pentecostés (Hch.1,14)

Ruega para que el Espíritu abra los corazones a la justicia y al amor, guíe a las personas y a las naciones hacia una comprensión recíproca y hacia un firme deseo de paz.

Te encomendamos a todos los hombres, comenzando por los más débiles;
A los niños que aún no han visto la luz
Y a los que han nacido en medio de la pobreza y el sufrimiento,
a los jóvenes en busca del sentido de la vida en este mundo,
a las personas que no tienen trabajo,
y a las que padecen hambre o enfermedad
Te encomendamos a las familias rotas.
A los ancianos que carecen de asistencia.

Y a cuántos estén solos y sin esperanza.

Oh! Madre ayuda a tus hijos en las pruebas cotidianas, que la vida reserva a cada uno y haz que por el esfuerzo de todos, las tinieblas no prevalezcan sobre la luz.

Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo, que reina con el Padre y el Espíritu Santo

Amén.


¡MUCHAS FELICIDADES A TODAS LAS MAMÁS!

martes, 12 de octubre de 2010

jueves, 7 de octubre de 2010

7 de Octubre; NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO


En 1572, San Pío V ordenó que se conmemorase anualmente la fiesta de Nuestra Señora de las Victorias, también llamada Santa María de la victoria, en agradecimiento por sus innumerables beneficios y en particular por haber salvado a la Cristiandad y a Europa, del dominio de los turcos con la victoria en el Golfo de Lepanto, el 7 de Octubre de 1571.

El Santo Padre, atribuyó que aquel triunfo fue logrado, en parte gracias a la serie de rosarios que los fieles cristianos, rezaron incesante y fervorosamente, ese día, mientras se celebraba la batalla

Por eso, un año más tarde Gregorio XIII cambió el nombre de la fiesta, por el del Rosario. Clemente XI , en 1716, la extendió a la Iglesia Universal

Y León XIII añadió a las Letanías la invocación “Reina del Santísimo Rosario, ruega por nosotros”.
El Rosario es una devoción en honor a la Santísima Virgen María.
La tradición la atribuye a Santo Domingo de Guzmán. Ya que, cuando en el sur de Francia, apareció la herejía de los albigenses, (quienes condenaban el uso de los Sacramentos, el culto externo y la jerarquía eclesiástica) entre los que salieron a combatirlos estaba Santo Domingo de Guzmán.

Sin embargo y pese a sus discursos, éstos no salían de su error, y el santo se desesperaba. Se le apareció entonces, Virgen y le dijo que les enseñara a rezar el Rosario.

Y así, con ese simple rezo, se realizó el milagro y miles de herejes se convirtieron.

En Tolosa en el año 1203 el santo también instituyó el rosario, para inducir al pueblo a rezar y a meditar los misterios.

Recordemos que en esa época la mayoría de las personas, no sabían leer ni escribir, y por lo tanto no tenían acceso a la Santa Biblia.

En cambio con el rezo del Rosario, aprendían a meditar, sobre lo quince principales misterios de la vida de Cristo y su Santísima Madre.

Por eso se ha dicho que el Santo Rosario es como un resumen del Santo Evangelio.

Y así, con esa intención , dió comienzo el rezo del Santo Rosario.

En nuestros días, en su mensaje al Concilio Vaticano II, Pablo VI, señaló el rosario, como una de las prácticas en que más fervorosamente, puede manifestarse la devoción a la Santísima Virgen María.
En nuestro país, la República Argentina, es esta una advocación muy antigua y popular, la encontramos en San Salvador de Jujuy, por ejemplo, ya que es su Patrona. bajo el nombre de NUESTRA SENORA DEL ROSARIO DE RIO BLANCO Y PAYPAYA; tiene la imagen, un rostro hermoso, iluminado por una espléndida sonrisa. Mide 0,65 m. Y está tallada en madera .
El General Belgrano, estando en Jujuy, le había regalado su bastón de mando, aunque no es el que ahora tiene. Su fiesta es el 7 de Octubre. La solemne coronación pontificia se realizó el 11de Octubre de 1920.
En Mendoza, también la tienen como Patrona.

El 15 de Abril de l590, el dominico Fray Juan Vázquez, trajo a Mendoza la imagen de Nuestra Señora del Rosario.
En 1737 el pueblo la juró como Patrona.
En 1760 la proclamó el Cabildo y 93 años después el Gobernador Justo Correas ratificó el título.
En 1790, el Papa Pío VI extendió su patrocinio a las ciudades de San Juan y San Luis, o sea todo Cuyo.
En 1856 El General Segura le donó su bastón de mando.
En 1959 se consagró la Basílica de Nuestra Señora del Rosario y se trasladó su imagen al Camarín donde aún se venera. Esta situada en la esquina de Beltrán y Salta.
En 1961, el 21 de Octubre, el Obispo de Mendoza, monseñor Alfonso María Buteler, le otorgó la coronación pontificia.
En 1981, Monseñor Cándido Rubiolo instituyó como día de la Iglesia Diocesana el día de la Virgen del Rosario.
En 1994, el 27 de Julio, por un decreto el Gobierno declaró que la Fiesta de la Iglesia Diocesana se celebrase el primer Domingo de Octubre.
En 1998, el 27 de Junio, se Bendijo la remodelación del Camarín de la Virgen
La imagen mide 1,70 m, incluída la base, y es de origen español, tiene una mantilla de encaje español del Siglo pasado, un vestido de broderi sobre tres enaguas con puntillas, una capa de terciopelo ribeteada con guardas doradas.
Apoyado en su brazo izquierdo lleva al Niño Jesús, también con vestidito de broderie. Tiene la Vírgen un Rosario con las cuentas de los quince misterios en perlas y la cruz es de plata. Lleva una corona Pontificia bañada en oro y patinada en plata, con aplicaciones en piedras preciosas.